Luis Torras – Autor

La pintura era su vocación, su entrega, muerto ya hace mucho tiempo, debido a que pocos artistas han hecho algún ruido en el exterior, camarillas y concursos que se aísla de Vigo, exigiendo que se niega a hablar de sí mismo, por lo que poco se sabe de su vida, dedicado hace mucho tiempo a la milicia y vinculado a una rama de la familia, así como la enseñanza en la Escuela de Artes y Oficios de Vigo. Estudió en la Escuela de San Fernando de Madrid. En Exposición Regional celebrada en Vigo, en 1960, donde tuvo acceso. En el Nacional de Bellas Artes de 1962 fue galardonado con la tercera medalla. En el primer concurso de Unión Fenosa, fue honrado con la adquisición de un paisaje espléndido. Torres hizo muy pocas exposiciones en Vigo y nalhunhas en ciudades de España. Fue objeto de una antología en el Centro Cultural de Caixavigo, en 1985, la institución a la que hizo muy bellos murales en los años sesenta, y también se mostró de acuerdo con las Bienales de Pontevedra. Sus pinturas se pueden encontrar en el Museo de Arte Contemporáneo de Madrid, en Galicia y más en importantes colecciones privadas e institucionales. Torres comenzó un realismo figurativo y se convirtió en una síntesis exquisita que da la mejor referencia y que podría ser Pancho Cossío, la limpieza y el juego de luces de sus naturalezas muertas, para pasar a un descenso de jardinería “Fauve” intensa, elemental, colorido eufórico. Su técnica, identificable con la fresca, da su pintura una textura muy peculiar, áspero, arena, en la que el color carmíns agresivos, azules, violetas, naranjas, verdes, negros prevalece en la empresa de la mancha y ponderada. Los elementos se sintetizan en sus paisajes, para estar en silueta, meras insinuaciones de formas. Grandes espacios en blanco y negro, dicho con respecto a la estirada, raspada, recibir dos o tres referencias a los árboles o casas. Excelente retrato, hay ejemplos de esta serie en sus verdaderos antolóxicos. La sequedad de Castilla, su pintor expresa grandes  ocres  con la profundidad y la síntesis de un gran poeta. En sus bodegones está limpio, la vibración de la luz en vidrios y aparatos, siempre destellos de orgullo o visiones de increíble perspectiva cónica.