Como mencionamos anteriormente, este artista se caracteriza por pintar mayormente retratos, de los cuales a través de su carrera realizó muchos, entre los más emblemáticos tenemos:

 

1. Obra el retrato de la señora

Con medio cuerpo ligeramente inclinado hacia la izquierda, la señora en el retrato se encuentra con un aire de distinción sobre el paisaje. Podemos apreciar, que el fondo esta iluminado con luz crepuscular. Con su cabello peinado hacia atrás y ataviada de joyas.

El rostro de la pintura, realza los ojos y la expresión, pone de relieve con toques de consistencia y una fuerte decisión formal modelados con destellos de luz, que iluminan los claveles de color ocre y Carmina e iluminan el objetivo con un escote que se libera a partir del dibujo.

El fondo, neutral, con una pincelada homogénea, acentúa la fuerza del retrato, capturado con admirable sangre fría y la penetración psicológica íntima.

La dama, vestida de negro, con encajes, seda, joyas y adornos, peina con una mirada de despedida y dirige el espectador lleva un clavel rojo con las hojas verdes en el oído. En los otros, podemos observar los de color negro profundo y que tiene la mano en su cintura.

 

2. Obra el presidente del tribunal Evaristo de la Riva

Dionisio Fierros realizó un excelente retrato de la pintura romántica, muestra en primer lugar el retrato de un hombre, en este caso, Evaristo de la Riva, presidente del Tribunal Supremo, que también da título a la obra.

El mismo tiene su brazo izquierdo en una silla, y podemos observar que el ambiente esta recreado en el fondo de una habitación. La figura del aire de distinción aparece situado frente a la mirada serena e intensa que parece demandar nuestra atención.

La luz ilumina al hombre más cerca de la parte delantera, resaltando los detalles de su rostro y su ropa y pone de relieve, matices que nos acercan a descubrir los rasgos típicos de carácter. En sus ojos un brillo que puede ser visto tratando de evocar su personalidad.

Podemos observar, por otra parte que el pintor maneja con destreza y perfección los trazos, ya que consiguió recrear una silla diluida que no deja ningún rastro de pincel, pero se acentúa en aquellas zonas donde la luz aumenta. También se resalta la calidad de los tejidos, donde se puede apreciar el terciopelo, encaje, etc.

3. Obra el paisaje

Se creó con un diseño algo convencional, cuyos ejes son estrechas en el primer término, el cual muestra un árbol frondoso y una penalización, puntos de apoyo que favorecen la perspectiva del mar hasta el horizonte, y casi la mitad de la obra, pequeñas figuras.

En la obra se pueden ver muchos detalles que dan vida a la composición con un toque pintoresco anecdótico, característico del tiempo. Podemos observar también que la luz del atardecer ilumina el paisaje, imaginario, tomado con una sensibilidad romántica.

La técnica que utilizo el artista para esta obra, muestra el uso del verde, azul, marrón, violeta y blanco.

4. Retrato de niño

El muchacho, de cuerpo medio, se pone delante de un fondo neutro sobre el tono verdoso. Peinado con raya, con una camisa blanca, chaqueta oscura y brilla en su cuello un collar de cinta azul.

La obra muestra en el momento, la madurez del artista, ya que la misma, no se parece a otras obras que él haya hecho antes. Se puede observar una silla muy diluida y en los trazos no se nota el rastro de la brocha, excepto en los gestos los cuales son importantes y son aspectos destacados como por ejemplo la nariz o la camisa. El lienzo, aunque rectangular, se necesita un marco ovalado superpuesto.

5. Obra de señora de tercera edad

De cuerpo medio, ligeramente inclinada hacia la derecha, la mano corta una figura sobre un fondo neutro y con tonos oscuros. El rostro, enmarcado por un peinado simétrico, con un casco sencillo y elegante, tiene una expresión amable e inteligente que revela su carácter.

La luz ilumina la mujer, con un efecto que le contribuye a la vanguardia, creando sombras leves en su cara, y descubrir los detalles de sus prendas de vestir, la textura de la piel y el brillo del satén. La técnica es una impecable ejecución, con colores obtenidos de una exquisita graduación de grises, azules y marrones, en el que destacan el blanco del tiro y el tono rosado de las mejillas.

6. Retrato de uniforme

La imagen se enmarca en un óvalo. La figura, ligeramente inclinada hacia la derecha, se levanta sobre un fondo neutro de color verdoso, aclarando esta dirección. El personaje que lleva un uniforme militar, parece un collar de oro, hombreras y el cordón de oro distintivo que cuelga de su hombro derecho. Un policía blanco mira en su regazo e ilumina la cara, la sirena con aspecto y tez rubia, amplio bigote y perilla para volar. El pintor fierro se esfuerza por combinar el estudio de las cualidades de la expresión en un retrato de gran realismo y la composición equilibrada que se adapta a la línea clásica del retrato académico.

7. Retrato del niño

El niño, de medio cuerpo, sobre un fondo de paisaje, mira de frente, con la cabeza un poco inclinada, y se peina con una raya al medio, una melena corta que forma tirabuzones. Un lazo rojo resalta sobre el blanco del gran cuello de la camisa. La tez rosada, el brillo de los ojos y los reflejos de los botones junto al blanco de la blusa dan luminosidad al cuadro. Evoca la personalidad del niño en la mirada. Siendo con frecuencia las actitudes de los retratados las mismas, cada uno de ellos se nos muestra con una vida distinta a través de la mirada.

8. La niña

La cifra significa que el cuerpo de la niña se encuentra en el primer plano, sobre un fondo de paisaje. El carácter, con los ojos azules y el pelo largo, nos mira directamente con mirada intensa que exige la atención del espectador. Hacer que el anillo de oro y la cinta azul, destacando la calidad de los tejidos. La pintura, ligeros aumentos en los blanco espesos y otros puntos de luz como la nariz y el cabello. Modulaciones cromáticas en la parte inferior de los claveles dan un gran atractivo a la imagen, que refleja la ternura con la que el artista Fierros da sombras de los niños.

9. La mujer joven

Bajo la influencia de Federico de Madrazo, plasma en sus retratos, una mujer amable con el aire suave y elegancia natural, lo que le permite revelar su talento como pintor que maneja el pincel con dulzura y elegancia en el líquido de la materia; se atreve a dar toques más libres en los puntos donde la luz es terrible, como en la joyería y dar golpes de modelar la cara. Aquí la dama, con media figura de la izquierda, va vestida de negro y se sacudió con un giro, adornado con encajes y algunas joyas, lo que subraya su imagen sobre un fondo neutro de color ocre, marrón y verde.